EL DÍA A DÍA EN LOS
CAMPAMENTOS DE
REFUGIADOS SAHARAUIS DE TINDUF
Roberto Serrano Barrio
El día trece
de diciembre de 2013 tuvo lugar la conferencia que llevaba por título el mismo
que precede a este artículo, siendo Marisa Lasierra la que dictó dicha
conferencia. Coordinó el acto quien escribe y decir que a pesar de la escasa
afluencia de público, entre los que se encontraban vecinos de Alcubierre, a
quienes agradecemos especialmente su presencia, el acto fue entrañable y a
todos nos sirvió para conocer un poco más el conflicto saharaui.

Marisa Lasierra
La idea
inicial de este acto parte de dar a conocer el proyecto de Vacaciones en Paz
que promueve la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui del Altoaragón,
Alouda, que lleva aparejado conocer un poco mejor el conflicto saharaui. Este
proyecto consiste en lograr que niños saharauis pasen el verano en el
altoaragón acogidos en familias altoaragonesas que sensibilizadas con el
conflicto saharaui, muestren su solidaridad con dicho pueblo, acogiendo a estos
niños y por extensión a sus familias.
Los campos de refugiados
saharauis se encuentran en la región de Tinduf al suroeste de Argelia. Cerca de la ciudad que lleva
también el mismo nombre. Es destacable y así se hizo en la charla que Argelia
haya cedido este terreno para que el pueblo saharaui exiliado pueda asentarse
allí. El suministro de agua potable, la asistencia sanitaria, la formación
académica que algunos reciben, el trabajo que tienen algunos saharauis allí…
todo son muestras de apoyo del pueblo argelino al pueblo saharaui.
No obstante debemos conocer cuáles son las condiciones
climatológicas de ese lugar para luego aterrizar en las condiciones de vida del
pueblo saharaui en los campos de refugiados y en una idea más clara de la
situación. En Tinduf hay un clima árido o xerotérmico, expresión utilizada para
designar el clima de una región del planeta donde las lluvias anuales son
menores a los 200 mm, o sea, lo mismo que decir que la región de Tinduf es un
auténtico desierto, donde además de las bajas precipitaciones las temperaturas
son extremas: muy altas en verano durante todo el día y muy bajas durante las
noches de invierno.
Los campamentos están habitados por refugiados saharauis que tuvieron que salir de su
país tras la invasión de Marruecos en 1976, para evitar la represión, año en el
que dio fin la ocupación o colonización española del Sáhara, y que permitió la
entrada de Marruecos. Argelia que había manifestado su apoyo a la creación de
la República Árabe Saharaui Democrática cedió ese terreno para instalar allí
los campamentos. Las condiciones de vida son duras porque como ya hemos dicho
es un desierto y su clima es muy extremo. Además la mayoría de la población
vive en tiendas, sin agua corriente, otros en casas de adobe y dependen casi
totalmente de la ayuda internacional para subsistir, ayuda que ha ido
decreciendo en estos últimos años. Marisa fue desgranando detalles de cómo toda
esta situación se traduce en el día a día de los campamentos que ella pudo
vivir en primera persona hace unos años.
Los
campamentos fueron bautizados con los nombres de las ciudades de Sahara Occidental: El Aaiún, Auserd, Smara y Dajla. Cada campamento es una wilaya que se estructura en núcleos menores de población llamados dahiras. Su población es de varias decenas de miles
de habitantes, pero la cifra exacta no se conoce. Algunos de sus habitantes
llevan más de 30 años en el lugar y los más jóvenes son refugiados de tercera
generación que nunca han conocido su patria. El no reconocimiento del Sáhara
como país independiente por los organismos internacionales, debido
fundamentalmente a que se trata de evitar un problema con Marruecos y a que el
peso económico y social de Sáhara es muy poco, hace que este problema se
extienda en el tiempo, manteniendo a los saharauis en una situación francamente
penosa, que vulnera cualquier tipo de derecho.
Esta dramática situación, unida a
la salida a la francesa de España del Sahara hace ya casi cuarenta años, ha
provocado en la población civil española una cierta necesidad de prestar su
solidaridad al pueblo saharaui. Muchas son las asociaciones que se han
constituido a lo largo de la geografía española para llevar a cabo proyectos
que apoyen la lucha del pueblo saharaui por sus derechos, por su dignidad. Una
de estas asociaciones como ya hemos mencionado es Alouda, en Huesca.
Uno de los proyectos más
importantes y de más largo recorrido que apoya la asociación es el de
Vacaciones en Paz. Brevemente, consiste en que familias altoaragonesas acogen
niños saharauis durante dos meses en el verano, durante cuatro años, lo que se
convierte también en una relación más o menos intensa con una familia saharaui
que podrá contar con la solidaridad de una familia altoaragonesa durante ese
tiempo. La idea fundamental del proyecto es que los niños saharauis se alejen
del insoportable calor del verano desértico, que mejoren su alimentación, que
se evalúe su estado de salud diagnosticando si lo hubiera alguna enfermedad y
poniendo en marcha tratamientos odontológicos muy necesarios y oftalmológicos
también muy frecuentes. Abandonar el desierto para conocer otros climas, otros
paisajes, otros estilos de vida, puede contribuir a mantener viva la esperanza
de un Sáhara libre. El hecho de aprender un idioma que por otro lado les
resulta bastante familiar también es dotar de más recursos a los niños
saharauis. Marisa nos comentó detalles de su experiencia como familia acogedora
que fueron reveladores del valor que esta experiencia puede tener también para
quienes deciden embarcarse en ella.
Llegan cada verano al aeropuerto
de Zaragoza procedentes de Tinduf alrededor de 180 niños y niñas entre 9 y 12
años, de los cuales unos 50 se quedan en la provincia de Huesca. De ellos ya
hemos conocido a dos en Robres y esperemos que puedan seguir viniendo.
Otros
proyectos de la asociación están relacionados con el aprovisionamiento de
alimentos, muy escasos en estos tiempos de crisis y el programa de Estudios en
Paz, que consiste en que niños saharauis vengan a estudiar a España durante el
periodo escolar y regresen a su tierra a pasar el verano. Es un programa menos
extendido, pero igualmente interesante.
Agradecer desde aquí a Marisa
Lasierra como representante de la Asociación Alouda que nos acercara a la
realidad del pueblo saharaui.
El día trece
de diciembre de 2013 tuvo lugar la conferencia que llevaba por título el mismo
que precede a este artículo, siendo Marisa Lasierra la que dictó dicha
conferencia. Coordinó el acto quien escribe y decir que a pesar de la escasa
afluencia de público, entre los que se encontraban vecinos de Alcubierre, a
quienes agradecemos especialmente su presencia, el acto fue entrañable y a
todos nos sirvió para conocer un poco más el conflicto saharaui.
Marisa Lasierra |
La idea
inicial de este acto parte de dar a conocer el proyecto de Vacaciones en Paz
que promueve la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui del Altoaragón,
Alouda, que lleva aparejado conocer un poco mejor el conflicto saharaui. Este
proyecto consiste en lograr que niños saharauis pasen el verano en el
altoaragón acogidos en familias altoaragonesas que sensibilizadas con el
conflicto saharaui, muestren su solidaridad con dicho pueblo, acogiendo a estos
niños y por extensión a sus familias.
Los campos de refugiados
saharauis se encuentran en la región de Tinduf al suroeste de Argelia. Cerca de la ciudad que lleva
también el mismo nombre. Es destacable y así se hizo en la charla que Argelia
haya cedido este terreno para que el pueblo saharaui exiliado pueda asentarse
allí. El suministro de agua potable, la asistencia sanitaria, la formación
académica que algunos reciben, el trabajo que tienen algunos saharauis allí…
todo son muestras de apoyo del pueblo argelino al pueblo saharaui.
No obstante debemos conocer cuáles son las condiciones
climatológicas de ese lugar para luego aterrizar en las condiciones de vida del
pueblo saharaui en los campos de refugiados y en una idea más clara de la
situación. En Tinduf hay un clima árido o xerotérmico, expresión utilizada para
designar el clima de una región del planeta donde las lluvias anuales son
menores a los 200 mm, o sea, lo mismo que decir que la región de Tinduf es un
auténtico desierto, donde además de las bajas precipitaciones las temperaturas
son extremas: muy altas en verano durante todo el día y muy bajas durante las
noches de invierno.
Los campamentos están habitados por refugiados saharauis que tuvieron que salir de su
país tras la invasión de Marruecos en 1976, para evitar la represión, año en el
que dio fin la ocupación o colonización española del Sáhara, y que permitió la
entrada de Marruecos. Argelia que había manifestado su apoyo a la creación de
la República Árabe Saharaui Democrática cedió ese terreno para instalar allí
los campamentos. Las condiciones de vida son duras porque como ya hemos dicho
es un desierto y su clima es muy extremo. Además la mayoría de la población
vive en tiendas, sin agua corriente, otros en casas de adobe y dependen casi
totalmente de la ayuda internacional para subsistir, ayuda que ha ido
decreciendo en estos últimos años. Marisa fue desgranando detalles de cómo toda
esta situación se traduce en el día a día de los campamentos que ella pudo
vivir en primera persona hace unos años.
Los
campamentos fueron bautizados con los nombres de las ciudades de Sahara Occidental: El Aaiún, Auserd, Smara y Dajla. Cada campamento es una wilaya que se estructura en núcleos menores de población llamados dahiras. Su población es de varias decenas de miles
de habitantes, pero la cifra exacta no se conoce. Algunos de sus habitantes
llevan más de 30 años en el lugar y los más jóvenes son refugiados de tercera
generación que nunca han conocido su patria. El no reconocimiento del Sáhara
como país independiente por los organismos internacionales, debido
fundamentalmente a que se trata de evitar un problema con Marruecos y a que el
peso económico y social de Sáhara es muy poco, hace que este problema se
extienda en el tiempo, manteniendo a los saharauis en una situación francamente
penosa, que vulnera cualquier tipo de derecho.
Esta dramática situación, unida a
la salida a la francesa de España del Sahara hace ya casi cuarenta años, ha
provocado en la población civil española una cierta necesidad de prestar su
solidaridad al pueblo saharaui. Muchas son las asociaciones que se han
constituido a lo largo de la geografía española para llevar a cabo proyectos
que apoyen la lucha del pueblo saharaui por sus derechos, por su dignidad. Una
de estas asociaciones como ya hemos mencionado es Alouda, en Huesca.
Uno de los proyectos más
importantes y de más largo recorrido que apoya la asociación es el de
Vacaciones en Paz. Brevemente, consiste en que familias altoaragonesas acogen
niños saharauis durante dos meses en el verano, durante cuatro años, lo que se
convierte también en una relación más o menos intensa con una familia saharaui
que podrá contar con la solidaridad de una familia altoaragonesa durante ese
tiempo. La idea fundamental del proyecto es que los niños saharauis se alejen
del insoportable calor del verano desértico, que mejoren su alimentación, que
se evalúe su estado de salud diagnosticando si lo hubiera alguna enfermedad y
poniendo en marcha tratamientos odontológicos muy necesarios y oftalmológicos
también muy frecuentes. Abandonar el desierto para conocer otros climas, otros
paisajes, otros estilos de vida, puede contribuir a mantener viva la esperanza
de un Sáhara libre. El hecho de aprender un idioma que por otro lado les
resulta bastante familiar también es dotar de más recursos a los niños
saharauis. Marisa nos comentó detalles de su experiencia como familia acogedora
que fueron reveladores del valor que esta experiencia puede tener también para
quienes deciden embarcarse en ella.
Llegan cada verano al aeropuerto
de Zaragoza procedentes de Tinduf alrededor de 180 niños y niñas entre 9 y 12
años, de los cuales unos 50 se quedan en la provincia de Huesca. De ellos ya
hemos conocido a dos en Robres y esperemos que puedan seguir viniendo.
Otros
proyectos de la asociación están relacionados con el aprovisionamiento de
alimentos, muy escasos en estos tiempos de crisis y el programa de Estudios en
Paz, que consiste en que niños saharauis vengan a estudiar a España durante el
periodo escolar y regresen a su tierra a pasar el verano. Es un programa menos
extendido, pero igualmente interesante.
Agradecer desde aquí a Marisa
Lasierra como representante de la Asociación Alouda que nos acercara a la
realidad del pueblo saharaui.