XVII FESTIVAL INTERNACIONAL DE
LA ORALIDAD VILLA DE ROBRES
Alberto
Lasheras Taira
Creo que la
mejor manera de iniciar esta crónica, es con una frase que le escuché a Olga Brosed, alcaldesa de Robres, en el
acto del pregón de fiestas y de presentación de las mairalesas de este año: “El teatro en Robres, es pura vida”.
Estamos de acuerdo además en que es una potente seña de identidad del
municipio.
Este año el
festival que tendría dos localizaciones:
el parque de San Blas y el Santuario de Magallón, se inauguraba con el Teatro Lírico de Zaragoza que iba a
representar la zarzuela “La Dolorosa”, en nuestro parque local.
Como localidad invitada estaba Sena. Era la noche del sábado 7 de julio, a las
22,30h y la climatología con conatos de tormenta, hizo que hubiese que suspender
la representación al poco tiempo de comenzar.
El Teatro Lírico de Zaragoza cumplía
30 años al igual que el Teatro de Robres y, tanto la ilusión como las
expectativas por actuar eran muy grandes; se veía en los componentes del grupo,
en los comentarios de los actores, en las interpretaciones de los primeros
temas que fueron de una gran calidad. La aparición de una lluvia intermitente
dio al traste con todo. Hubo que desmontar
rápidamente, recoger y cargar en el furgón todo el material para que no
se deteriorase por el agua. Recuerdo las lágrimas que Rafael no podía evitar
derramar, al igual que la tristeza de sus compañeros por tener que suspender la
representación. Resulta curiosa la trama de esta zarzuela, “La Dolorosa”, ya que tenemos noticias que en La Cartuja de Las
Fuentes, también el prior autorizó a un cartujo a dejar el convento para
contraer matrimonio con una señora de una localidad próxima al mismo. Tenemos
que recordar el éxito que esta compañía tuvo en este mismo escenario, hace dos
años, con la zarzuela “Gigantes y
Cabezudos”.
La dirección
musical corría cargo de José Félix Tallado, siendo el libreto de Juan José
Lorente y la composición musical de José Serrano. La acción se sitúa en la
Cartuja de Aula Dei y su entorno, representando cuadros y costumbres
típicamente aragonesas. Sólo pudimos ver una parte del primer acto: Rafael,
monje recién llegado al convento por un desengaño amoroso, está pintando una
Dolorosa, que resulta ser el retrato de su amada, en el huerto o jardín del
monasterio. Perico, su ayudante, quiere aprender a pintar y le pide a Rafael
que le explique el cuadro, a lo que éste accede, cantando una romanza dolorida,
con una gran voz y muy buena interpretación. Poco más pudimos ver.
En la segunda
jornada del festival, día 14 de julio con Lalueza como localidad invitada,
actuó el grupo de Fuenlabrada La Otra
Parte del Teatro, con la obra “Monstruos
de papel “mojado” escrita por
Fernando Atienza quien es también uno de sus actores. Este grupo de teatro
colabora con el Teatro de Robres desde hace cinco años coproduciendo
espectáculos, además de haber actuado en el festival con obras como “La estanquera de Vallecas” y “Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?”
Como Luis
Manuel Casaus no podía estar esta jornada en Robres, me dijo si quería presentar
en esta ocasión la obra. Accedí encantado, lo que me dio la oportunidad de
compartir con los actores, los dos Carlos y Alfredo, los momentos previos y los
últimos detalles antes del comienzo de la obra. Para mí, fue una experiencia
muy interesante, por las variadas conversaciones que tuvimos y, por ver la
transformación tan espectacular que hacen los actores para meterse en su papel
e interpretar a sus personajes respectivos. Apreciar cómo cambian su actitud,
sus tonos de voz, la energía para introducirse en sus personajes; una auténtica
y espectacular metamorfosis. Además, quiero recordar que una de las actrices
tuvo una subida de fiebre importante que
aguantó hasta el final, le sirvió para darle matices a su personaje; toda una
profesional que nada más terminar la obra fue acompañada al centro de salud de
Grañén. La obra no te deja, en absoluto, indiferente y tiene un gran camino por
recorrer ya que además de los 29 premios ganados, en la edición 2017 de
los Premios Juan Mayorga obtuvo el
prestigioso galardón al mejor Espectáculo Sello de Calidad. En la presentación
comentamos que el director de cine español Carlos Martín (guionista y director
de su opera prima “Reverso” que obtuvo catorce candidaturas a los premios
Goya), está interesado por “Monstruos de
papel Mojado” y está preparando un
guion cinematográfico para llevar a la gran pantalla el texto teatral, además
con la propuesta de rodarlo en Monegros. También le comentamos al público que
uno de los actores que iban a ver sobre las tablas, Roberto, tenía el papel de
“El mensajero” en la obra de “Medea”.
La tercera
propuesta de este festival la tuvimos el día 21 de julio de la mano de Carabau Teatre, de Alaquas (Valencia),
con la obra “Estocolmo: se acabó el
cuento”, siendo la localidad invitada Leciñena. El grupo de teatro se creó
en 2007 y han participado tanto en certámenes nacionales como internacionales.
Dani García en
el papel de Rudo y Rafa Martín en el de Raspa (siendo uno de ellos filósofo y
otro profesor de griego), representan esta insólita comedia, escrita por el
grupo sevillano Síndrome Clown, que resultó muy divertida provocando la
continua risa del público y en la que se abundaba en la ironía y en la crítica
social.
La cuarta
sesión tuvo lugar el siguiente sábado, día 28, estando invitada la localidad de
Monegrillo. José Luis Gutierrez, de
Valladolid, nos ofreció su espectáculo “Love
.Viaje sonoro a través del amor”.
Gutierrez es un gran músico, gano su plaza de profesor de conservatorio pero lo
dejó para dedicarse a la interpretación. Tiene pasión por el jazz y es el
director artístico de los festivales
internacionales Universijazz y La Granjazz.
Le gusta conocer
los modos de vida y curiosidades de los lugares que visita, aproximarse al
“patio interior” de las personas que le
sirve para crear bellos poemas y canciones como el que después nos ofreció (se
acercó a las piscinas de Robres, paseó por sus calles, se interesó por el
folclore del pueblo y llevó la jota de Robres a su obra), consiguiendo conectar
con los asistentes a través de un estilo comunicativo propio, muy especial y
original. Su tono de voz y forma de hablar resultan muy agradables, contagiando
la felicidad que transmite, haciendo sentir a uno que al salir de su
espectáculo se encuentra mejor.
Crea sonidos
con aparatos de su propia invención, como el “Vivratum”, con otros el ruido de
la olas del mar; con el saxo escuchamos pasar un barco, también el sonido de
las burbujas de los peces, para a
continuación en el teclado interpretar una canción: “la sepia y el pulpo”,
compuesta por él con ingeniosas y divertidas rimas que hacían las delicias de
pequeños y mayores al mismo tiempo. Podríamos decir que hicimos un viaje sonoro
con final feliz.
En la tertulia
posterior dijo Gutierrez: ”Este festival es encantador porque es un espacio
para la sensibilidad y el buen gusto,
que huye de lo comercial buscando la calidad y que la gente disfrute. Prometo
que volveré porque sois muy hospitalarios y el festival me ha llegado muy
dentro”. En la tertulia también estaba
su representante que es la misma persona que lleva a Gorsy Edu, “El
Percusionista”, que tanto éxito tuvo también en Robres.
Los días 5 y 6
de agosto El Teatro de Robres representó “Medea”,
de Eurípides, en el Santuario de Nuestra Sra. de Magallón. Un nuevo estreno
para celebrar los treinta años de
actividad ininterrumpida con un impresionante curriculum de representaciones,
montajes, participación en festivales nacionales, tres internacionales, una
buena cosecha de premios y sesenta y cinco representaciones en Huesca capital,
además de las diecisiete ediciones del Festival
Internacional de la Oralidad “Villa de Robres”.
En la tragedia griega que escribió Eurípides sobre la vida de Medea, vemos cómo esta sacerdotisa y hechicera, tras ayudar a Jasón y los argonautas a conquistar el vellocino de oro, se casa con Jasón muy enamorada, abandonando a su padre y a su tierra. Tuvieron dos hijos, pero más adelante, la ambición de su esposo hará que la abandone para casarse con la hija de Creonte, rey de Corinto. Medea al sentirse repudiada y despreciada tramará la más cruel de las venganzas y se convertirá en parricida, asesinando a sus propios hijos.
Muy interesante
la introducción de Luis Manuel que nos habló de Medea como una de las grandes
figuras de la mitología griega que era
hija de Aetes, rey de la Cólquida y de la ninfa Idia, además de nieta del dios
Helios. Sacerdotisa de Hécate y sobrina de la diosa y maga Circe, de la que
aprendió los principios de la hechicería. Luis nos dijo que la obra se centraba
en una parte de la vida de Medea, que no podía abarcarla toda. Las proyecciones
sobre la fachada del Santuario primero con el mar y la voz del narrador, la
recreación de la tormenta con la lluvia que caía con fuerza produciendo el
sonido que crea el agua al salpicar sobre la piedra de la acera, la proyección
del carro de Helios en el que huye Medea, y los actores delante de la fachada,
en la portada, con música en directo, hacen que la puesta en escena sea
brillante, espectacular.
La gran
interpretación de los actores, con la intensidad y fuerza dramática que
aportan, hacen que el público salga emocionado y conmovido. La presencia de los
niños en el escenario (no suelen aparecer en otras producciones teatrales),
hace que el desenlace impacte más sobre el espectador.
Hoy vemos como
los conflictos entre los miembros de algunas parejas, hacen que descarguen sus
frustraciones y agresividad hacia su descendencia, llegando incluso a utilizar
a los hijos como instrumento de poder y de venganza hacia su compañero, hasta
el punto de quitarles la vida a los hijos.
Sin duda, Medea
que en dos sesiones ha reunido
prácticamente un millar de espectadores, ha sido el broche de oro de un
festival que, junto al Teatro de Robres, debe ser considerado como todo un referente para la provincia de Huesca
y para Aragón.
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