ROMERÍA A LA VIRGEN DE MAGALLÓN
Como todos los años, el último domingo de mayo se realizó la tradicional romería a la Virgen de Magallón por parte de los vecinos de Robres y de otros pueblos de la comarca. El tiempo no pudo ser mejor, los más de 120 romeros que subieron la sierra andando disfrutaron de una mañana fresquita y agradable.
Como bienvenida la Asociación
Nuestra Señora de Magallón recibió a los caminantes con dulces y bebidas para
reponer fuerzas tras la andada. La misa, como acto central de la celebración
religiosa fue precedida de la subida de los danzantes hasta la iglesia,
bailando el pasacalles de “Los claveles” a lo largo de toda la escalinata y
“Leciñena” ya en la puerta de la iglesia y seguida por la representación del
Dance de Embajadores, con algunas caras nuevas, como la de Óscar Lecina que
ocupó el puesto de José Víctor Serrano entre las tropas mahometanas.
Tras el dance y antes del picoteo tuvo lugar un acto especial la presentación del libro “Los graffiti del salón (s. XVI y XVII). Santuario de nuestra Señora del Magallón en Leciñena (Zaragoza)”. En ella el alcalde de Leciñena, junto a la alcaldesa de Robres y el autor del libro, Antonio Gracia-Diestre (acompañado también por una amigo y colaborador de nuestra revista, Félix Ribas) mostraron de forma concisa pero contundente el valor de los graffiti (inscripciones realizadas en los muros del salón, raspando el yeso que los enluce con diversos objetos punzantes) debido a la gran cantidad de información que aportan (fechas, costumbres, lugares de procedencia, símbolos…) y la labor que se ha hecho para mantener algunos de ellos tras la restauración. Cabe destacar que el grabado más antiguo que aparece en el salón fue hecho por un vecino de Robres, siendo este por tanto el documento “escrito” más antiguo que certifica la celebración de la romería, se trata del 1523, hace casi 500 años (aunque con toda seguridad se venía celebrando mucho antes). Se trata de una publicación costeada por el Ayuntamiento de Leciñena que muestra el interés de la localidad por recuperar el enorme patrimonio que encierra el Santuario. Aunque el libro se acaba de presentar su autor realizó este trabajo de datación y registro de todos los graffiti en los años noventa y hasta hoy terminada la restauración del salón no se había podido publicar su interesante trabajo, que da luz a una obra humilde por su origen pero rica en matices y aportaciones al conocimiento del santuario y de su historia.
Seguiremos participando
de esta longeva tradición para que, generación tras generación, se vaya
manteniendo por lo menos otros 500 años más.
